miércoles, 23 de septiembre de 2009

Hoy fue mi primera vez…

Si queridos lectores, hoy fue mi primera vez y lo admito… Antes de seguir quiero aclarar que si alguno está esperando alguna connotación sexual en este artículo, ésta nunca llegará… Entonces a que me refiero…? Hoy fue mi primera vez… en coimear.
Todo empezó una mañana cuando tuve que hacer un pequeño viajecito a 50 km. de mi ciudad, iba por la ruta escuchando buena música, cuando me adelanté a un camión y un poco más adelante un uniformado me hace señas parara que me detenga.
-Señor…- me dice –Ud. se adelantó en la doble línea amarilla.
-Un momento- le dije un poco sorprendido –Yo hice la maniobra de adelantamiento en la línea punteada.
-Pero  ingresó por la doble línea y eso ya es una infracción- Me respondió.-Le tengo que hacer la boleta-
Yo me rehusaba a aceptar lo que decía, por lo que seguimos discutiendo un rato y como no veía solución pacífica alguna al conflicto me animé a preguntar, casi en doble sentido para poder zafar en el caso que se sienta ofendido por mi propuesta.
Puedo pagarte la multa acá?- Le dije y le puse mil excusas como que el vehículo es de la empresa en que trabajo, que me van a sancionar, que el sueldo no me alcanza y otras cosas que me vinieron a la mente, fruto de la desesperación… Todo eso como si fuera que el pobre agente tenía algo de culpa…
-Un momento voy a hablar con mi superior- me dijo, poniéndome aun más nervioso. Luego continuó diciendo –Si Ud. me paga aquí no puedo darle ningún comprobante- Hecho que me tranquilizó un poco, aunque con esas palabras ya había vendido parte de mi honestidad a Don Dinero.
Miro por el retrovisor y veo que se acerca otro agente, debe ser el superior del que me había hablado; se asoma a la ventanilla y me dice –Si Ud. me paga aquí yo no puedo darle ningún comprobante-  Mmmm… discurso estudiado y elegante para pedirte un poco de plata. Entonces saqué mi billetera (casi vacía por cierto) y agarré unos cuantos billetitos, muy pocos en realidad y se los pasé a escondidas. –Uno no quiere hacer esto, pero la necesidad obliga- Me dijo el agente justificándose. –Pago por tu pobreza y no por tu conciencia- Pensé, apelando a Shakespeare. Acto seguido me retiré del lugar, deleitándome en mi picardía. Pero la alegría duró poco…
Un kilómetro más adelante me sentía el culpable de toda la pobreza del país, culpable de haber ayudado al Paraguay a escalar posiciones en el ranking de países más corruptos en el mundo, culpable por haber criticado tantas veces a los políticos ladrones…. Ahora soy uno de ellos…
Hoy di un paso hacia atrás en el progreso honesto de esta hermosa nación y lo peor es que muchos dan ese paso todos los días… Como decía esa publicidad televisiva “Si la justicia no puede tocar a alguien, la injusticia nos termina tocando a todos”. Hoy me equivoqué, y ahora con vergüenza escribo estas líneas. Hoy fue mi primera vez y si todavía no tuviste la tuya, por amor a este bendito país, por favor  nunca la tengas…
Si señores… Hoy fue mi primera vez… Y espero sea la última…



1 comentario:

  1. como siempre mi querido Juanito todo lo que creas es muy entretenido,segui escribiendo que nosotros
    seguiremos leyendo jajajaja!!!
    y si!! hay momentos que uno se vuelve corrupto
    y por mas arrepentido que este,uno piensa como reaccionar!!
    a situaciones extremas,sera que actua nuestra manera de reaccionar inata??

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