lunes, 28 de septiembre de 2009

29 de Setiembre Victoria de Boquerón… (delirio histórico y "patrioto")

-Me voy mamita… No quiero, pero me tengo que ir…  Decile a papá que no llore, que su hijo defenderá a su tierra o morirá con valentía en el Chaco Paraguayo- Y el joven campesino dejó su azada, se enjugó las lágrimas para que “la vieja”  no lo viera sollozar y se trepó al camión que transportaba soldados al campo de batalla.
Con tristeza observaba como los surcos y las chacras quedaban atrás, sentía un nudo muy dentro de su ser, pensando que tal vez no volvería… Sentía miedo y veía como la muerte acechaba en los ojos temerosos de cada uno de sus compañeros.- Nosotros no somos soldados, hasta ayer estábamos en el campo sembrando y hoy tenemos que defender a la patria de los bolí (bolivianos) invasores…- pensaba mientras escuchaba las explicaciones de un oficial enseñándoles a manejar el fusil y a lanzar los karumbe’i (granadas).
El río Paraguay se veía inmenso y calmo, sin saber que muy pronto se teñiría de sangre, mientras el árido chaco les daba la bienvenida con su reseca tierra y su sol de fuego, señalando que el enemigo no solo sería el usurpador que ansiaba nuestra heredad, sino también el hambre y la sed.
Pronto el camión se detuvo y los corazones hicieron lo propio sabiendo que la hora había llegado. Un tal Félix Estigarribia pulcramente uniformado saludó e informó que comandaría la operación. El objetivo sería retomar el Fortín Boquerón, conquistado por los bolivianos, quienes enterados del inminente avance paraguayo prepararon trincheras y escondites que asegurasen que sus municiones tuvieran como destino la humanidad de cualquier enemigo que osase asomar sus narices.
Las tropas se trasladaron al lugar. La noche pasó calma, las estrellas titilaban tranquilas recordando a los hombres las hermosas noches en el campo inundadas en música de grillos…
Al despuntar el alba, con los primeros rayos del astro rey la artillería paraguaya abrió fuego, mientras que el en fortín caían las primeras víctimas enemigas. El ejército paraguayo se abalanzó sobre el fortín y la metralla boliviana no se hizo esperar, muy pronto el territorio entre ambos bandos se vería sembrado de hijos que nunca volverían a casa, de padres de niños huérfanos y de esposos de viudas que se envolverían en llantos lastimeros. El primer intento por recuperar Boquerón había fracasado.
Las tentativas paraguayas siguieron y siempre serían rechazadas por el muro de fuego boliviano, que tomaba sin misericordia las vidas de los soldados de nuestro ejército, donde las bajas sumaban centenares, sin embargo en el fortín solo había 20 muertos. Los pelotones guaraníes se retiraban en forma desordenada dejando espacios que fueron aprovechados por el enemigo para reabastecerse con más hombres.
La táctica fue cambiada, ya no se avanzaría al fortín y éste sólo seria hostigado por el fuego paraguayo esperando jugar con la desesperación enemiga. Nuestros muertos ya sumaban miles, y los heridos sembrados por el campo de batalla lanzaban gritos desgarradores solo escuchados en las más infernales pesadillas. Camiones y camiones ingresaban con cargas de galleta, agua y comida para nuestros soldados y varios intentos enemigos de suministrar el fortín por aire fueron aprovechados por los paraguayos.
La situación no podía continuar y los bolivianos simplemente esperaban la fría hoz de la muerte, ya no había raciones, muchos soldados escribían dolientes epístolas a sus familiares relatándoles que ya no volverían… Hasta que el 29 de Setiembre de 1.932, las banderas blancas ondearon sobre el fortín, bajo el azul cielo del Chaco que debía mantenerse paraguayo…
El Coronel Estigarribia se volvió comandante de la guerra, los soldados profesionales de Bolivia habían sido  vencidos por campesinos, a un alto costo… 7.000 bajas paraguayas frente a sólo 150 bolivianas; por lo que la victoria más que militar fue moral… –Podemos ganar la guerra-  pensaron los paraguayos…  -Hoy hemos dado el primer paso–





1 comentario:

  1. tus cifras de bajas es versión boliviana. por favor usemos datos de la versión paraguaya. por hechos como este salieron libros paraguayos para desmentir las versiones bolivianas. bajas paraguayas entre muertos y heridos 1513 , bajas bolivianas (muertos y heridos) 1878 .libro la guerra del chaco tomo I boqueron del cnel. carlos j. férnandez

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