lunes, 20 de junio de 2011

Paraguay discapacitado

Tuve la malísima suerte de reventarme un pie el martes pasado, cómo? No importa, solo diré que me pegué un salto triple mortal de dos metros para que no me muerda un pitbull y caí de punta tipo bailarina de ballet y mis 85 kg. hicieron que mi piececito (calzo 43) se doblara bien a la mitad y ahora ando con una muleta que me hace doler hasta las pestañas…

Pero bueno el tema no es ese… A lo que quiero llegar es que andando a los brincos por ahí con la pata de palo me di cuenta de lo desconsiderados que somos con las personas de capacidades diferentes…  No se imaginan lo difícil que es el solo hecho de ir a la cocina a traer un vaso de agua y volver a los saltos con la muleta, y cuando te das cuenta ya tiraste la mitad del vital líquido por la casa… O tener ganas de mear a las 3 de la mañana y salir “corriendo” del dormitorio, tropezándote con todo lo que encontrás y sostenerte en una pata apuntando al inodoro… y ni que hablar de subir al cordón de una vereda, cosa que me cuesta muchísimo, y de tanto esfuerzo hasta se me escapan gases (si, soy un ordinario, lo sé… Pero es cierto). Si yo que solo tengo un dolorcito en el pie sufro para subir una chota veredita, imagínense lo que debe ser para cualquiera que se mueva en una silla de ruedas, los cuales al no encontrar una miserable rampa, muchas veces tienen que recorrer con su asiento rodante vaaaaarios metros hasta encontrar algún acceso vehicular por donde ingresar, solo para llegar y darse cuenta de que algún hijo de vecina dejó su pinche auto ahí…
No se imaginan lo frustrante que es llegar a un lugar y encontrarse con una escalera tipo pirámides mayas de altas, y tener que subirla saltando en un pie o si no podes saltar resignarse a que aparezcan algunas personas y te alcen con sillas de rueda y todo para poder entrar; y todo eso por culpa de algún arquitecto ignorante no pensó en los demás o por algún propietario tacaño que no quiso gastar un poquito más en ladrillos y cemento para hacer una rampita, tan necesaria que debería ser obligatoria.
Y los ómnibus de transporte urbano o para viajes largos?? Ninguno, repito NINGUNO!! tiene algún sistema para que las personas con capacidades diferentes puedan acceder. Y hay que depender del humor del chofer (generalmente malo)  que entre carrera y carrera se plaguea por la consabida lentitud del pasajero que debería tener “Preferencia”...
Y las veredas? Por lo menos en mi ciudad es imposible recorrer diez metros seguidos sin tropezarse, las personas no videntes necesitan un bastón 4x4 para caminar por ahí…
Llámennos "ignorantos" e "ignorantas", pero con la cantidad de instituciones que se han creado en pro de nuestros discapacitados, la discriminación en todos los ámbitos está a la vista y todavía no sabemos cómo cambiar esto, o que hace nuestro querido gobierno para para ayudar… Aunque realmente la culpa la tenemos el resto de los ciudadanos.

Pero bueno, a mi seguro se me pasa el dolor en cualquier momento, pero espero me siga doliendo la conciencia (y a ustedes también) por cada vez que no tomamos en cuenta a nuestros amigos especiales… Aunque pienso… Será que los discapacitados no somos nosotros, por no tener la capacidad y los famosos “dos dedos de frente” para pensar en que no todos somos iguales.

Hagamos de este un mundo mejor o un “mundo’i” Paraguay mejor, en el que estemos incluidos todos, pero TODOS!!!, Qué difícil es vivir en un país discapacitado…

3 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo con tu reflexión, yo ahora estoy pasando por lo mismo (fractura de tobillo) y es ahí cuando uno se da cuenta de estas necesidades tan básicas para la gente con capacidades diferentes... saludos

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  2. Cuando dejaremos de ser un pais tercermundista? Con calles sin baches, sin omnibus chatarra y con niños que puedan ver un futuro promisorio??

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