Oda al robacoche

Oh fugaz figura que raudamente atraviesas la estrellada noche

Eres sólo una víctima de las circunstancias, aunque la gente te llame robacoche

Un alambre es tu herramienta, y con astucia desactivas mi alarma…

Y eres rápido hijo de pu… que no me das tiempo de sacar el arma.

Robas Toyota, Volkswagen, Nissan y hasta Mercedes.

Es que eres tan delincuente, que te llevas todo lo que puedes.

Yo me duermo arrullado en dulces sueños placenteros.

Mientras más veloz que un diablo llevas mi autito al desarmadero.

Me despierto con ganas de acelerar a más de  100 en la avenida.

Pero lo único que me queda es tomar el colectivo enseguida.

Oh cruel destino, la vida siempre me engaña,

Con tantos trámites y denuncias casi muero de migraña…

Y cuando al fin puedo ubicar el sustraído rodado.

Seguro que la policía me pedirá algún jugoso bocado.

Entonces vuelvo a mi hogar, cansado, sin plata pero en mi autito.

Y aunque le falte el estereo, las llantas y los faritos, ahora te voy a buscar ladrón para romperte el culito… (Perdón me salió del alma)